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sábado, 19 de enero de 2008

SAN SEBASTIÁN


Mañana es San Sebastián y la verdad que sin tener nada que ver lo religioso, porque no lo tiene, me llama mucho esa fiesta, y creo que es por la nostalgia que me provoca.
Yo nací en San Pedro, y allí me crié y viví hasta los 32 años, y por la puerta de mi casa año tras año pasó siempre el santo, y aunque eso realmente no me atraiga, lo que si me viene a la memoria, es la calle San Sebastián y con ello mi niñez, y el recuerdo de tantos amigos que el tiempo ha ido dejando atrás, pero que como por arte de magia, nos encontramos, ahora paseando a nuestros hijos por eso adoquines por los que corríamos, nos caímos y nos peleábamos por una u otra cosa, y nos paramos nos saludamos nos preguntamos como nos va la vida y recordamos algunas de aquellas batallitas, y todo eso en lo que dura un saludo, por eso me gusta y me encanta ir a San Pedro el día de San Sebastián, seguro que veré a Kiko y Dani, a Josema, a Andrés, a Pepe, a Juan Carlos y su hermano el Curro, quizás me encuentre a Pirde, o a Diego, también ese día, seguro que me cruzaré con Gerardo del bar San Pedro, y con Fran y Robert, los gallegos.
Compraré un palmito y le enseñaré a Axel lo que se come de él y como pelarlo, también compraré palo dulce, y de nuevo mi mente dará un vuelco emocional y me volveré a ver con todos aquellos amigos repartiéndonos tiritas de palo dulce, o vendiéndonos entre nosotros trocitos a peseta, que lo habíamos cogido en la Rábida.
Por todas estas cosas es por lo que ahora en mi madurez, me encanta ir a San Sebastián.

RECUPERANDO LA SONRISA


Como sabéis más de uno, el día 21 de diciembre me pasó algo que marca y bastante, tuve en el trabajo una crisis de ansiedad, se confirmaba lo evidente, estoy entrando en ese período de la vida del “pues a mi nunca me había pasado esto o lo otro......”.
Y lo cierto es que mi estado de ánimo en estas navidades no ha sido muy esplendoroso, de hecho no contesté a ningún mensaje, ni toque, ni nada de todas esas maneras que tenemos de felicitarnos las fiestas, ahora os doy las gracias a todos y os las devuelvo.
Hacía bastante tiempo que no aparecía por aquí, por este pequeño espacio, y es porque no me hallaba, ahora, por fin empiezo a recuperar mi sonrisa, empiezo a sentirme de nuevo yo, el de siempre, y espero que el trabajo y todo lo que lo rodea, no vuelva a enturbiar mi psiquis, mi cuerpo y mi alma, espero estar muy por encima de todo eso, porque la verdad no me va la vida en ello, tan sólo el poder mantener la hipoteca, y cogiendo fresas también se vive y se paga lo que sea, en fin no me voy a aminorar por nada ni por nadie, ni por ningún trabajo.
Ahora he vuelto a reír.