Ayer un gran jefe indio, después de haber realizado su pase de modélicas estupideces, se dirigió a mí, diciéndome:
-“a ver si adelgazas, que estás muy gordo, y sobre todo, sé más asertivo”.
Y yo, después de reflexionar un poquito, digo a viva voz: - “UN PIJOTE COMO UN BOTE”, ¿me conoce acaso este individuo para decirme si soy asertivo o no?, que coño sabrá este imbécil. Lo que tengo claro es que mi asertividad la dejo colgada en la puerta del trabajo y la recojo cuando salgo, porque por lo que gano no voy a ser más valiente que Cascorro, no, y es que en bruto yo gano ½ que mis compañeros, y 1/5 menos que mi nuevo jefe, y así como que no voy a ser asertivo en el trabajo, lo seré donde me plazca y cuando me plazca pero en el trabajo no, en mi contrato no dice nada relacionado con la asertividad.
-“a ver si adelgazas, que estás muy gordo, y sobre todo, sé más asertivo”.
Y yo, después de reflexionar un poquito, digo a viva voz: - “UN PIJOTE COMO UN BOTE”, ¿me conoce acaso este individuo para decirme si soy asertivo o no?, que coño sabrá este imbécil. Lo que tengo claro es que mi asertividad la dejo colgada en la puerta del trabajo y la recojo cuando salgo, porque por lo que gano no voy a ser más valiente que Cascorro, no, y es que en bruto yo gano ½ que mis compañeros, y 1/5 menos que mi nuevo jefe, y así como que no voy a ser asertivo en el trabajo, lo seré donde me plazca y cuando me plazca pero en el trabajo no, en mi contrato no dice nada relacionado con la asertividad.
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